5. Sacrificaría mi existencia, antes de echar una mancha sobre mi vida pública que se pudiera interpretar por ambición.
6. Mis necesidades están suficientemente atendidas con la mitad del sueldo que gozo.
7. Mi juventud fue sacrificada al servicio de los españoles, mi edad mediana al de la patria, creo que tengo derecho de disponer de mi vejez.
8. El Perú se ha vuelto una verdadera chingana.
9. La patria no hace al soldado para que la deshonre con sus crímenes.
10. Si hay victoria en vencer al enemigo, la hay mayor cuando el hombre se vence a sí mismo.
11. Para los hombres de coraje se han hecho las empresas.
12. De lo que mis granaderos son capaces, sólo lo sé yo, quien los iguale habrá, quien los exceda no.
13. Seamos libres y lo demás no importa nada.
14. En defensa de la patria todo es lícito menos dejarla perecer.
15. Uno debe saber vivir con el dinero que tiene.
16. Mi sable nunca saldrá de la vaina por opiniones políticas.
17. El Perú es desde este momento libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende. ¡Viva la patria! ¡Viva la libertad! ¡Viva la independencia!
18. Siento la fatiga de la muerte.
19. No esperemos recompensas de nuestras fatigas y desvelos.
20. Mi nombre es lo bastante célebre para que yo lo manche con una infracción a mis promesas, aun cuando se conciba que como particular pueda fallar a ellas.
21. La biblioteca destinada a la educación universal, es más poderosa que nuestros ejércitos.
22. El que se está ahogando no repara en lo que tiene a mano para agarrarse.
23. El hombre bajo todo gobierno será el mismo, con las mismas pasiones y debilidades.
24. La seguridad de los pueblos a mi mando, es el más sagrado de los deberes.
25. La conciencia es el mejor juez que tiene un hombre de bien.
26. Al Ejército de los Andes queda la gloria de decir: en 24 días hicimos la campaña, pasamos las cordilleras más elevadas, concluimos con los tiranos y dimos libertad a Chile.
27. Cuando hay libertad, todo lo demás sobra.
28. Una derrota peleada vale más que una victoria casual.
29. Los soldados de la patria no conocen el lujo, sino la gloria.
30. Un buen gobierno no está asegurado por la liberalidad de sus principios, pero sí por la influencia que tiene en la felicidad de los que obedecen.
31. Prohíbo que se me haga ningún género de funeral; y desde el lugar en que falleciere se me conducirá directamente al cementerio sin ningún acompañamiento.
32. Pretextando mala salud, me he excusado de aceptar dos invitaciones a retomar el mando, y permanecí en Mendoza a la expectativa.
33. Está claro que Bolívar y yo no cabemos, los dos, en el Perú.
34. Sólo quiero tener leones en mi regimiento.
35. Los revolucionarios de todo el mundo somos hermanos.
36. La patria no es abrigadora de crímenes.
37. La patria no da armas al Soldado para que cometa la bajeza de abusar de estas ventajas, ofendiendo a los ciudadanos con cuyos sacrificios se sostiene.
38. Sabía que desde Mendoza podía llegar rápidamente a Valparaíso y embarcarme hacia el Perú si la situación lo requería.
39. La tropa debe ser tanto más virtuosa y honesta, cuanto es creada para conservar el orden de los pueblos, afianzar el poder de las leyes y dar fuerza al gobierno para ejecutarlas y hacerse respetar de los malvados, que serían más insolentes con el mal ejemplo de los militares.
40. Desearía que mi corazón fuese depositado en el cementerio de Buenos Aires.
41. Estos gallegos creen que nuestras bayonetas ya no cortan ni ensartan, vamos a desengañarlos si nos falta dinero y uniformes vamos a pelear desnudos como nuestros paisanos los indios, seamos libres y lo demás no importa nada.
No cabe duda de que todas y cada una de las frases de José de San Martín expresan una incontestable determinación por la libertad de los pueblos.